miércoles, 8 de agosto de 2012

"Picando el gadaño"

http://www.flickr.com/photos/bitamejil/7928953352/

Cuando mis padres eran jóvenes y antes de la mecanización del campo, la siega del heno para los animales se llevaba a cabo durante largas y extenuantes jornadas de trabajo.

La "máquina" estaba formada por el brazo del segador y la guadaña. Era un trabajo que requería habilidad y precisión en los movimientos si  querías sacar la tarea adelante sin "rebanarte" una pierna.

El filo de la guadaña tenía que estar en buenas condiciones para que el trabajo fuera eficiente. El afilado del corte se podía hacer mediante la piedra de afilar o mediante el "picado".

Mi padre conserva aún alguno de aquellos aperos. Actualmente sólo utiliza la guadaña alguna vez para segar algún hierbajo, pero siempre quiere tenerla en perfecto estado de uso.

Un día le dije que me avisara cuando fuera a "picar el gadaño" y así lo hizo. Tomé unas 90 fotos durante la media hora que le llevó el trabajo.

El "picado" se lleva a cabo mediante golpes maestros a la guadaña con un martillo sobre un yunque que previamente se ha clavado en el suelo. Ese suelo ha de tener la consistencia adecuada para que el yunque pueda clavarse en él pero no se hunda a cada golpe de martillo.
Conviene hacerlo a pleno sol para que el acero de la guadaña esté templado y sea más dúctil.
Antes, él se sentaba en el suelo o sobre un saco. Sus ochenta años cumplidos, ya no se lo permiten.

Estas siete fotos resumen el oficio: desde la primera en la que está clavando el yunque en el suelo adecuado, a la última, la guadaña afilada y montada, a punto ya de recoger.