domingo, 24 de junio de 2012

Mimosa púdica




Conocí esta planta en el Pasillo Verde  de Madrid. La vi desde el autobús.

Eran unos arbolitos pequeños  que no había visto nunca. Tenían, o eso me pareció, unas hojas finísimas y estaban llenos de flores en tonos rosas. Investigué en Internet y la especie más parecida  que encontré fue la de Mimosa púdica o sensitiva.

Lo más llamativo de ella era que sus hojas se plegaban al tacto, como medio de defensa ante posibles depredadores, hasta dar la sensación de estar marchita. Durante la noche también se pliega. A ello debe otro de sus nombres: Dormilona. Las primeras veces que yo la vi, se estaba desperezando.


Es increíble ver cómo una planta se encoge cuando la tocas como si fuera un gatito atemorizado.

Parece ser que es originaria de Brasil.

Otro día que pasé por la zona, andando en esta ocasión, me acordé de la historia del arbolito y toqué con la mano una rama que estaba a mi alcance. Me sorprendió muchísimo ver cómo se plegaban las hojas. Lástima que no llevaba cámara de fotos

Este año, hace unos días, esta vez con la cámara, realicé el mismo trayecto a propósito. Pero… no pude fotografiar su pudor en condiciones  porque los árboles habían crecido y apenas pude alcanzar las ramas.

sábado, 9 de junio de 2012

Esta trabajadora no tiene paro







Una colmena está formada por miles de abejas. En esta comunidad existen tres castas de abejas: obreras, de las que hay miles; zánganos, unos cientos y la reina, una. La que he captado en estas fotos es la abeja obrera. Vive un promedio de tres meses en los que trabaja de manera incesante. Dentro de su casta hay una perfecta organización y distribución del trabajo.


Se encargan de la construcción y mantenimiento de la colmena, cuidar y alimentar las larvas, libar el néctar de las flores y convertirlo en miel, recolectar el polen y transportarlo a la colmena.


El néctar va directo a su buche y cuando llega a la colmena lo regurgita. Mezclado con unas enzimas de sus glándulas salivares, se convertirá en miel.

En cuanto al polen, una vez humedecido con néctar, lo convierten en pequeñas bolitas que transportarán en sus patas traseras.





Hay un “pero” que poner a las obreras y es que en la parte posterior de su abdomen tienen un aguijón venenoso,  su arma defensiva, que puede causar dolorosas picaduras  o lo que es más grave, alergias, que de no ser tratadas a tiempo, pueden causar la muerte por  shock anafiláctico.


Después de clavar el aguijón, las abejas normalmente mueren porque, al tener éste forma de arpón, queda incrustado en la víctima de la picadura desgarrando parte del abdomen del insecto.




La buena noticia es que también se pueden utilizar las picaduras de las abejas, de forma controlada, para aliviar el dolor. Esta práctica se llama “Apiterapia”.


domingo, 3 de junio de 2012

Amapola: lifting natural para una flor en Junio


 



Es una flor muy curiosa. Tiene  un ciclo de vida cortísimo: sólo vive un día.

Antes de nacer, mira a la tierra y se va enderezando a medida que completa su ciclo vital. Cuando el capullo se abre nace una flor completamente arrugada, con unos pétalos finísimos, como  papel de seda.  Lucen tersos cuando la amapola se acerca a su plenitud y están próximos a caer, al revés de lo que nos ocurre a los demás mortales .

http://www.flickr.com/photos/bitamejil/5852173173/

En mayo y Junio tiñe de rojo los campos verdes de cereal  y alfombra los bordes de los caminos, carreteras, eriales…

http://www.flickr.com/photos/bitamejil/4768586886/

Los campos de amapolas son motivos pictóricos recurrentes.  Cuando veo estos paisajes, siempre me vienen a la mente los impresionistas, sobre todo la pintura de Monet, “Amapolas”, y  viceversa: este cuadro me transporta a naturaleza abierta

Hace unos años me dijeron que las semillas de amapola eran riquísimas en calcio y por aquello de prevenir la osteoporosis, compré una bolsa en un herbolario.  Cuando me acordaba del tema me comía media cucharadita, mejor dicho, me la tragaba porque es bastante difícil masticar unas semillas tan diminutas.

http://www.flickr.com/photos/bitamejil/7393256686/

Tienen un sabor agradable y quizá por eso las utilizan en repostería, siempre con mesura.


Desde que hice un curso sobre plantas tóxicas, hace cuestión de un par de años, decidí buscar otras  fuentes naturales de calcio.