Florece a finales de primavera o comienzo del verano. Es
una planta dioica: hay pies machos y pies hembras, pero sólo dan fruto los
acebos hembra; así que si queremos verlos lucir las características bayas rojas
en invierno, tendrá que haber en las proximidades un acebo macho para que la
polinización sea más fácil. En España estos arbustos abundan en zonas
montañosas, donde algunos ejemplares llegan a adquirir un porte considerable. En general les
gusta el frío y la humedad. No llevan bien el calor.
Sus bayas son tóxicas para los humanos, pero no para los
pájaros, que les encantan, como pude comprobar estas Navidades cuando fui a
hacer unas fotos a un acebo que tengo y descubrí antes a los pájaros, huyendo a
cientos, que a las bayas rojas
La madera es
blanca y pesada. Si se corta en fresco es tan densa que se hunde en el agua. Tiene
un poro tan fino, que se utiliza para
trabajos de incrustación en piezas de mobiliario y de ajedrez. También los
martillos en clavicordios y las culatas de tacos de billar pueden hacerse de
acebo. Antiguamente, se utilizaba también en la confección de látigos para
caballos.
Decorar
casas y graneros con ramas de acebo, es una costumbre que se remonta a tiempos
precristianos. El acebo con sus frutos rojos y espinas afiladas era considerado
como un poderoso símbolo de fertilidad.
Hay quien sostiene que plantar un acebo cerca de una casa, da mala suerte,
mientras que otros afirman que los acebos se plantaron deliberadamente bajo
la creencia de que eran buenos repelentes de los rayos e impedirían que éstos cayeran en el hogar.
Dice la
tradición que da mala suerte cortar un árbol de acebo y algunos creen que esta
es la razón por la que estos arbustos habrían permanecido cuando otras partes del
bosque fueron taladas. Otra evidencia sugiere que ésto puede deberse a que al ser un arbusto de
hoja perenne proporcionaría guías visuales para aquellos que caminan por
el campo o por las tierras de labranza en invierno cuando el resto de los
árboles no tiene hoja.
Cuando todas
las demás especies han perdido sus colores y se encuentran en el período de
descanso invernal, el acebo viste de lujo el invierno con sus colores rojo, que
se asocia a la vida, y verde, a la tierra. Por eso, dice la tradición que la
energía de la vida está siempre presente en él. De ahí su asociación con la
suerte y la costumbre de adornar las casas en Navidad con unas ramas de
muérdago y/o de acebo. Ello hace que las poblaciones de este arbusto escaseen y
en la actualidad sea una especie en peligro de extinción.
Se ve precioso tanto con bayas como con las flores... Lo bonitos que lucen en invierno dando la nota de color...
ResponderEliminarUn abrazo
El acebo... me encantan su hojas como de porcelana verde. Gracias, he aprendido muchos detalles de esta planta que desconocía.
ResponderEliminarUn saludo